Hoy es 19 de Mayo, y para cualquier
torrijeño, día señalado en el calendario anual por la celebración del Día del
Cristo.
La devoción al Santísimo Cristo de la
Sangre es, sin duda, la mayor de entre todas las advocaciones religiosas
torrijeñas. Comenzó nada más llegar la sagrada imagen desde Nueva España, en
Méjico, a finales del siglo XVI, cuando fue enviada desde aquellas lejanas
tierras por el torrijeño Francisco de Cebreros.
Gracias
a los estudios comparativos con imágenes de la misma procedencia tales como los
Santos Cristos de las Misericordias de Telde (Gran Canaria) y Fuente del
Maestre (Badajoz); de las primitivas imágenes de los Santos Cristos de la
Sangre de Arriate (Málaga), de Toledo, de Santa Olalla, Novés, así como la del
Santísimo Cristo de la Caridad, el popular “Vaquerito”, de La Puebla de
Montalbán; también los estudios realizados por el historiador Abelardo Carrillo
Gil sobre el Cristo encontrado en la iglesia de San Marcos de Mexocaltzingo
(Mexico D.C.), podemos conocer con exactitud cómo fueron modeladas y esculpidas
estas curiosas imágenes del arte colonial novohispano.